domingo, 4 de noviembre de 2018

DENUNCIA DISCIPLINARIA CONTRA EL PRESIDENTE DEL SENADO ERNESTO MACIAS.


El pasado 9 de octubre de 2018, en medio de la crisis nacional en materia de Educación Superior, en el Congreso de la Republica, la estudiante de la Universidad Nacional Jennifer Pedraza, se dirigía a este órgano político y fue víctima de la actitud grosera, déspota y apática (por decir menos) del presidente del Senado Ernesto Macías.  En pleno debate, el senador Macías mando callar a la estudiante, “-30 segundos y termina niña-”, acto seguido apagó el micrófono a la joven, quien enunciaba los actuales problemas presupuestales y financieros de las Instituciones de Educación Superior. 
El trato que recibió la interviniente, además de ser displicente e irrespetuoso constituye una falta a los deberes que derivan de su dignidad como senador de la Republica. Desde este escenario, se le recuerda que con base a la Ley 1828 del 2017, por medio de la cual se expide el Código de ética y disciplinario del congresista, en el artículo 8 literales a, d & f; se establece con claridad los deberes que les atañen por su cargo; a continuación se señalan estas disposiciones que evidentemente, ignora el congresista: 
ARTÍCULO 8o. DEBERES DEL CONGRESISTA. Además de los consagrados en la Constitución Política y en el Reglamento Interno del Congreso, son deberes de los Congresistas en ejercicio de su función, los siguientes:
a) Respetar y cumplir la Constitución, los tratados de derecho internacional humanitario y los demás ratificados por Colombia, el Reglamento del Congreso y normas que lo desarrollen.
(…)
d) Realizar sus actuaciones e intervenciones de manera respetuosa, clara, objetiva y veraz, sin perjuicio del derecho a controvertir.
(…)
f) Guardar para con los Congresistas, servidores públicos y todas las personas el respeto que se merecen, actuando frente a ellos con la cortesía y seriedad que su dignidad le exige.
Frente al numeral (a) como senador tiene la obligación de respetar las normas que desarrollen el reglamento del Congreso, entre ellos , el Código de Ética y Disciplinario de los congresistas; el cual, incumple al tratar de forma irrespetuosa y descortés a la estudiante en medio de la plenaria.  De igual manera, el senador inobserva el literal (d), ya que sus actuaciones deben estar dirigidas de forma respetuosa, sin embargo, la expresión: “30 segundos, termina niña” y apagar el audio, evidencia como las acciones del senador se encaminaron a restarle importancia a la intervención de la joven, como muestra de un total desdén hacia el tema y su ponente.  En el honorable Congreso de la República no se puede permitir que el irrespeto se imponga en medio de las intervenciones de los ciudadanos. 
La postura del senador Ernesto Macías en medio del debate, traspasa los límites de la ética de los congresistas y se aleja de lo esperado por parte del honorable Congreso elegido para representar de manera adecuada a los colombianos. Es incoherente que en el código de ética de los congresistas se predique que las actuaciones de los senadores y representantes a la cámara, deben ser realizadas de forma objetiva, a pesar de esto, en el debate el Señor Macías, permitió que el senador Álvaro Uribe Vélez, hablara 4 minutos 36 segundos, mientras que la intervención de la estudiante a penas duro 30 segundos; con ello, es claro que la subjetividad fue la imperante, además de la violación al derecho fundamental a la igualdad (art.13 CN) al discriminar las palabras de las estudiante y condenarlas al silencio ¿ Acaso son más importantes las intervenciones del congresista Álvaro Uribe que las de la estudiante Jennifer Pedraza si ambos se referían al mismo tema? 
No es una actitud coherente con la dignidad de ser congresista y tampoco se encuentra a la altura del órgano político del Congreso, tratar de esta forma a la estudiante que expone un tema que actualmente tiene en paro nacional a las Universidades Publicas del país. El literal (f) del artículo 8, señala como a todas las personas debe tratárseles con respeto y cortesía basados en su Dignidad Humana. Por el contrario, el trato que tuvo que afrontar la estudiante fue de total irrespeto y menosprecio, incumpliendo sus deberes como congresista, por lo cual, desde la academia y con este blog hacemos un llamado a las autoridades competentes a que se inicie un proceso disciplinario contra el presidente del senado y en correspondencia se tomen las correspondientes medidas frente a las actitudes del senador. 

Las actitudes irrespetuosas del senador Macías son muestra de cuanta falta le hace al país una verdadera Educación de calidad.

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