miércoles, 22 de julio de 2015

Cuento: El color de la dignidad


  “Encuentro un chocoano en el semáforo, vende dulces esperando unas monedas, al dar la vuelta pienso en no bajar la ventana y me siento como la peor basura, compro una colombina, pasando dinero por la rejilla de la puerta, me despido si estirar la mano en cruda vulgaridad. Miro al frene mientras pienso en la junta del martes y la decisión del ministerio. -Uste´ conoce el saludo de los negros – me dice con el característico son, sonriendo y dejando ver el contraste de las perlas en el rostro. Acto seguido chocamos manos, las llevamos al pecho y nos sonreímos, me toma varios minutos reponerme y enjugar las lagrimas, que hermosa cátedra de dignidad me han dado”.


Ego en El Libro de las confesiones.

Doctor Luna (D.)

sábado, 18 de julio de 2015

Poema: mar de cielo

El mar es un desierto de cielo,
Islas nubes de muchas formas
En trémula inmensidad del anhelo,
Albergan la historia de los aromas.

El mar es un desierto de cielo
Enorme lo contempla la tierra
Y en su gracia siento miedo
De la magna fuerza que lo encierra.

Navego en mi estrella fugaz, Teseo,
Raudo viajo con un único deseo,
Pido por los dos y los que vendrán

En esta llanura de olas, el alma
Se refleja cristalina y profunda
Por  las esperanzas que se engendrán.


Doctor Luna (D.)

martes, 14 de julio de 2015

Un pequeño cuento: Siga la lata que da lata.

A el también le duele amigo mio.

La capota le cubría la visión, la idea de no ser descubierto parecía ridícula cuando no podía ver a su alrededor, -si alguien se asoma podría bailar al lado mío sin que lo note -pensó. Sin embargo pensaba que la verdadera luz venia de su voluntad, del deseo de actuar, construir, luchar, ser, después de todo, los ojos que se abren iluminan y los del habían estallado esa noche, levantarse a media noche para dejar a la siempre efímera posteridad su mensaje, olvidar la comodidad para exponerse en la sombras,  tenía un aire de combate y eso lo llenaba de orgullo, pero el orgullo y vanidad eran los enemigos esa noche.

Escribió en malas letras "el dinero es una mierda, una ilusión" y guardo la lata temblorosa en su chaqueta, no la botó por no desperdiciar los quince duros que gasto en ella, a pesar de saber que esa podría ser la prueba de una condena ante un oficial virtuosismo o un vecino de mala sangre, al dormirse en las comodidades que le esperaban en el hogar de los que tienen, se alegró de su valentía, de su compromiso, su lucha y sin ningún costo, de represión o latas perdidas.

Cuando el sueño y la nada lo cubrían, se abrió su mente - no puede ser una ilusión y mierda a la vez, es contradictorio- se arrepintió de no pensar mejor su reivindicación, había que hacer algo, pero la cama era tibia y la noche profunda, lo cubrieron hasta el amanecer, al día siguiente paso por la misma pared y la vio pintada de nuevo blanco, se llenó de una gran alegría al ver esa pureza, esa tabla rasa, una oportunidad en virgen que había olvidado sus errores, salió corriendo, era la mañana e iba tarde a todo lado, compro una lata en la primera ferretería, y escribió con gran gozo "has todo con la ilusión de un primer día, todos los días", el sol coloreo su sonrisa, tiro la lata a un lado y se fue a  la vida por mas revanchas soñadas. 


Alter ego en El Libro de los factos.

Doctor Luna.   (D.)