En esta ocasión el profesor Feinmann
se refiere a la década de los años 30, conocida como la: “década infame”,
puesto que Argentina se había sumido en la decadencia y toda aquella ilusión
del “granero del mundo” se esfumaba en el aire. Únicamente se había promovido
los monocultivos más no la producción comercial a gran escala, los grandes
industriales solo se habían remitido a vender lo que el suelo produjera, pero
no se habían preocupado por mejorar la calidad y la mayor productividad de la
materia prima. Por esta razón la economía en poco tiempo colapsó. En los años
30 se agudizaba la crisis, la persecución a los opositores era más agresiva que
nunca. Surge entonces, el Tango como una expresión de protesta contra el
régimen, ya que plasmaba la inconformidad de la sociedad en contra de sus gobernantes.
El primero en dar a conocer el Tango es el compositor Enrique santos Discépolo,
quién afronta un camino difícil antes de lograr la fama, es solo hasta 1928
cuando la cantante Azucena Manzani interpreta: “Esta Noche Me Emborracho”. A partir
de entonces, se convierte en el dueño de un estilo musical particular, que
posteriormente sería reconocido mundialmente.
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