“Encuentro un chocoano en el semáforo, vende dulces esperando unas
monedas, al dar la vuelta pienso en no bajar la ventana y me siento como la
peor basura, compro una colombina, pasando dinero por la rejilla de la puerta, me despido si estirar la mano en cruda vulgaridad.
Miro al frene mientras pienso en la junta del martes y la decisión del
ministerio. -Uste´ conoce el saludo de los negros – me dice con el característico
son, sonriendo y dejando ver el contraste de las perlas en el rostro. Acto
seguido chocamos manos, las llevamos al pecho y nos sonreímos, me toma varios minutos reponerme y
enjugar las lagrimas, que hermosa cátedra de dignidad me han dado”.
Ego en
El Libro de las confesiones.
Doctor Luna (D.)
👏
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